Hace unos años, 47 para ser exacta ,me llegó el día de empezar a ir a la escuela.
En aquellos años, en la misma clase estábamos,mas o menos 40 niñas de 6 a 14años.
La maestra era una señora muy mayor,con una paciencia infinita, que se jubiló al año siguiente, y como tenía que organizar las distintas edades y conocimientos de cada niña,(recordareis que "La enciclopedia Alvarez"era EL LIBRO ) a las más pequeñas nos puso a dibujar.
A la mayoría de las niñas, la maestra ya las conocía,pero a las nuevas nos hacía la prueba de conocimientos de una en una.
Mientras tanto,las demás,esperando nuestro turno, dibujábamos. A mí me mandó copiar un dibujo de una mesa con un florero que ella había dibujado en la pizarra.
Repetí el dibujo unas cuantas veces,pues como ya había asistido a clases con Amelia(una señora que daba clases particulares en el barrio),manejaba el lápiz con destreza y no fue difícil copiar la mesa con el florero.
Ese día por la tarde,mis padres se fueron a recoger unas piñas para encender la cocina y nos quedamos solos mis hermanos y yo.
Emocionada por mi primer día de clase,enseñe a mi hermano como se dibujaba "la mesa con florero"que tan bonita me había quedado.En el cuaderno del colegio no podía, por temor a que la señorita me regañara,así que se la dibuje en la pared de la habitación.
El la copió,en la misma pared, pero no....No le acababa de quedar bien.Se la volví a dibujar y el la repitió.Al principio los dibujos eran pequeñitos,casi ni se veían,pero a medida que pasaba el tiempo los dibujos crecían,ya no pensábamos en las consecuencias,si es que en algún momento fuimos conscientes de que habría consecuencias.
Mientras tanto, mi hermana, que tenía 3 años,dibujaba algo parecido a una araña,luego otra... y otra(nosotros todavía no teníamos televisión para entretenernos con los "chiripitiflauticos").
Nuestra altura era más bien reducida,por lo que pronto se quedo la habitación sin un hueco donde poder plasmar nuestra vena artística y continuamos por el pasillo y la habitación de mi hermano.Nos habían poseído las musas y continuamos dibujando lo que se nos ocurría en aquellos momentos de inspiración...
¡¡¡Hasta que llegaron nuestros padres!!!. Se armó la "marimorena"por decirlo en palabras finas para no ofender.
Imaginaros el disgusto de ver toda la casa pintada con lapicero,encima de una pintura de temple, que con un trapo mojado se quitaba(la pintura,no el dibujo).
Esa tarde recibimos unos buenos azotes en el c...y al día siguiente unas pizarras para pintar.
Mis padres se compraron pintura y brochas.
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