sábado, 7 de enero de 2012

EL AGUA Y EL PROGRESO

En forma de agua corriente,de la que sale por un grifo,llega a mi casa el progreso.
Vivíamos en una "casina" de planta baja con tres habitaciones,cocina y vater.Al lado hicimos una cuadra  y durante años tuvimos que ir al río a por agua, la traíamos en garrafas con un carretillo.
Nosotr@s, como otras muchas familias de un pueblo que desde siempre había sido agrícola y ganadero,teníamos animales,( un par de vacas para la leche, un xatu para criar,unos conejos y algunos pollos) y un trozo de huerta para sembrar( patatas,cebollas,berzas etc...)
Todas las tardes,salíamos del colegio,íbamos dos kilómetros a pie hasta casa y después de merendar, bajábamos a "La Pingarina" a por agua dos o tres veces.
 No tener el agua en casa nos suponía un enorme trabajo diario.Acarreábamos agua para regar,para dar de beber a los animales y para nuestro consumo ¡¡¡ no veas lo que llega a beber una vaca o el agua que se necesita para regar en tiempo de sequía!!!.
Cuando llovía poníamos un bidón grande para que el agua que bajaba del canalón lo llenara y servía para regar,para fregar,para el vater...¡¡¡y para darnos un descanso a nosotr@s!!!.

En casi todas las casas del barrio tenían pozo y con una bomba,manual, la sacaban.Aunque en algunos de los edificios altos,puede que ya fuera eléctrica(la bomba),en otros el pozo era insuficiente y solo tenían agua unas horas al día.
Estábamos hasta el moño de ir a por agua,el pueblo cada día estaba más habitado y en otros barrios ya tenían el agua corriente en casa,incluso lavadoras de ojo de buey.Ya casi nadie lavaba en el río en invierno y nuestro barrio seguía como en la edad media.
La gente alquilaba las casas, pero en pocos meses se marchaban a otro sitio con mejores condiciones de vida.
¡¡¡Y se empezó a hablar del abastecimiento de agua al barrio!!!.
Nuestra casa era alquilada y se nos presento un enorme problema....
Como la vivienda era de alquiler¿A quien le correspondía el pago de la acometida y la obra en casa?.
Comenzaron las negociaciones con el casero y la cosa se presentaba chunga.Mi padre tenía mucho temperamento y el casero era de puño prieto....
Durante días,mis hermanos y yo temimos que al final no llegaran a un acuerdo y nos traía de cabeza el asunto.¡¡¡ Era imprescindible aprovechar la ocasión!!!¿Como no íbamos a poner agua?. Finalmente se resolvió favorablemente y nos informaron de que habría un grifo en la quintana.Uuufff...
¡¡¡Tardaron siglos en traer el agua!!!.
No recuerdo en que año se hizo la "traida de agua corriente" al barrio, pero si recuerdo la alegría con la que recibimos la noticia y la felicidad de abrir el grifo que pusieron en la quintana.Seguiamos sin tener agua en el fregadero y en el vater,sin embargo llenar el cubo en la puerta de casa y poder lavar la ropa en la lavadora era...lo más fantástico que nos podía pasar .Al lado de aquel maravilloso grifo hicieron un lavadero y poco a poco dejamos de ir al río.
La lavadora no fue el primer electrodoméstico que entró en casa,pero si el más útil e importante.¡¡¡Y eso que era de turbina y aclarábamos la ropa en el lavadero!!!.
lavadora de turbina
 Este tipo de lavadora no era muy práctica y pronto empezó a desaparecer,las nuevas lavadoras de ojo de buey las sustituyeron.Pero con ella nos libramos de uno de los trabajos más duros de un hogar,lavar la ropa a mano.
El lavadero continuo siendo imprescindible en todas las casas, incluso en los pisos de nueva construcción había un hueco para ponerlo.
¡¡Por fin!!terminó la lavadora,tengo que ir a tender la ropa.Un beso.





2 comentarios:

  1. Qué maravillosas son las lavadoras, me encanta hasta su ruido sabatino, que es el día en que yo me inspiro para poner todas las ocurrencias que me vienen a la cabeza mientras bailo y escucho música. Celebro que tengamos este artefacto, y el agua, y todos los adelantos que nos hacen la vida tan fácil.

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  2. Madre mía. Como esa lavadora la tenía mi abuela y nos pasábamos las horas muertas de puntillas, con nuestras manitas agarradas al borde mirando como daba vueltas lavando la ropa. Nos parecía increíble que una caja sin la ventana redonda pudiera lavar.

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